Propuesta de valor: ¿cómo definir una para tu emprendimiento?

Si no sabes cómo hacer una propuesta de valor, tienes que tomarte un par de minutos para entender cuáles son los pasos que debes seguir y qué hacer para que sea efectiva.

Cuando hablamos de hacer una propuesta de valor, nos referimos a definir por qué tus productos o servicios son únicos, a qué es eso por lo que los clientes deben elegirte. Para mejorar tus estategias de venta online, debes empezar precisamente por la propuesta de valor.

Tenerlo claro es vital si queremos construir un emprendimiento exitoso. Por eso, en este artículo te enseñaremos cómo hacer una propuesta de valor, y te explicaremos que hacer para transmitir con claridad cómo tu producto o servicio ayuda a tu público objetivo.

¿Qué es una propuesta de valor?

Si te preguntas qué es y cómo hacer una propuesta de valor, lo mejor es que empecemos a hablar del tema.

Este concepto le comunica a los clientes potenciales por qué deberían hacer negocios contigo o comprar tus productos en lugar de hacerlo con tus competidores. Es eso que te hace especial al resto y que las personas pueden valorar.

Además, esta propuesta pretende destacar los beneficios funcionales, emocionales y simbólicos de eso que tú vendes de forma muy clara desde el principio. Precisamente por eso es que resulta tan importante saber cómo hacer una propuesta de valor.

Es en la propuesta de valor donde se observan los atributos que ofrecen los productos. Estas ventajas destacan la importancia que tiene el bien o servicio. Pueden ser beneficios funcionales, emocionales y simbólicos. 

Los beneficios funcionales son los relativos al desempeño específico del producto. Hablan de la funcionalidad del bien o servicio.

Los beneficios emocionales hablan de esas emociones y sentimientos que generan el consumir tu producto. Esa experiencia satisface algún aspecto psicológico del cliente. 

Los beneficios simbólicos de la propuesta de valor son los que transforman la vida de las personas y se orientan a los logros personales. Habla de lo que las personas desean y a dónde quieren llegar, son sus sueños convertidos en realidad. 

La idea es que te sientes a definir y explicar por cada producto cuál es su concepto, cómo transforma la vida del cliente y cuáles rasgos o atributos posee que lo diferencian de la competencia y le dan sustentación a la propuesta de valor.

¿Cómo definir tu propuesta de valor?

Ya explicamos brevemente el concepto, pero es hora de que conozcas cómo hacer una propuesta de valor paso por paso. En este apartado comentaremos todos los factores que desbes tomar en cuenta para resaltar los beneficios emocionales y simbólicos de tus productos o servicios.

1: Define Qué tiene tu producto de especial

Para poder responder a esta pregunta es necesario evaluar lo que ofrece la competencia. Si vendes ropa para bebés tienes que buscar los productos que venden los demás y compararlos con los tuyos. Si vendes hamburguesas ¿qué hace a las tuyas distintivas? ¿Por qué van a recordar tus hamburguesas? 

Es una pregunta difícil porque muchas veces emprendemos con una idea de producto pero que no es muy diferente a la oferta del resto. Por eso, hay que sentarse a evaluar.

Piensa en algo que haga que tus productos se sientan diferentes. Sea lo que sea debe ser fácil de notar la diferencia.

Cosas como calidad o que están hechas con amor no cuentan porque la mayoría de las empresas hoy en día venden con una calidad notable y deja de ser un valor a tomar en cuenta.

Busca eso que te hace especial, y podrás empezar a hacer una propuesta de valor para tu negocio.

2: Establece quién es tu público objetivo

Ahora que sabes eso que te hace especial, para definir tu propuesta de valor debes evaluar si tu cliente va a valorar eso. De nada sirve tener una hamburguesa hecha con papas dentro si normalmente los que te compran son deportistas que van en la onda fitness.

Tu producto especial debe ser importante para este grupo de personas y debe solucionar de manera única su necesidad. La mejor forma de saber esto es hablando con ellos.

Nadie es adivino, habla con tus clientes y pregúntales qué buscan en tu marca, cómo se sienten con el producto y qué le falta. Si quieres venderle a adolescentes habla con ellos y evalúa tu capacidad de satisfacción a sus necesidades. Hablar con el cliente es indispensable para saber cómo hacer una propuesta de valor.

3: Piensa en cómo lo estás vendiendo

Puede pasar que ya tienes claro eso que te hace distinto y a quién se lo estás vendiendo pero aún no sientes que ellos conectan. En ese caso debes evaluar la manera en la que estás haciendo la venta y cómo están viviendo ellos la experiencia. 

Por supuesto, esto involucra observarlos o preguntarles directamente.para ver realmente si están captando la propuesta de valor de tu negocio. Mejora las palabras que usas, la interfaz de la página e incluso el contenido audiovisual que utilizas. Busca que todo lo que dices y muestras comunique en conjunto ese valor agregado.

Recuerda que las personas ven de manera distinta el mundo y manejan distintos códigos. Por difícil que parezca, si quieres hacer una propuesta de valor atractiva, debes buscar una forma en la que no haya duda de que tu negocio es especial.

4: Pregúntate ¿por qué importa mi negocio?

No queríamos ponernos metafísicos pero en este caso no hay opción. Hay demasiados negocios que satisfacen la misma necesidad a tus clientes. ¿Por qué agregar otra al mercado? Ya sabemos qué hace tu negocio que nadie más haga, y sabemos a quién le vendes y cómo lo haces. Ahora, hay que evaluar el por qué existe tu negocio. 

Quizás es un tema de que tu empresa suple la demanda de un producto en toda una población o quizás se trate de que nadie más vende a domicilio en esta área. Sea lo que sea debes preguntarte: ¿si mi negocio desapareciera la gente sufriría o lo extrañaría? Si la respuesta es no entonces no hay un verdadero valor agregado en tu negocio. 

La gente debe sentir un alivio o satisfacción real cuando compra. Si no llegan a extrañarte es porque nunca existió una conexión ni una necesidad entre el cliente y el negocio.

Si esto te sucede tranquilo, solo debes encontrar esa satisfacción real en eso que ofreces.

Tener una propuesta de valor real ayuda muchísimo a la hora de vender. Si tus agentes de ventas y tus clientes conocen eso que te hace especial, las ventas básicamente se cerrarán solas.

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Ahora que aprendiste cómo hacer una propuesta de valor, debes pensar en las herramientas que te pueden ayudar a atraer más clientes.

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